Entender el origen de la vida desde un punto de vista científico y religioso, requiere romper paradigmas y estar dispuesto a ser analítico, reflexivo y a la vez creyente; aunque se han hecho muchos avances desde el descubrimiento del ADN (ácido desoxirribonucleico) como la biomolécula encargada de transmitir la información hereditaria de una generación a otra y por lo tanto perpetuar la especie, mediante el almacenamiento de dicha información en los genes y el genoma, la codificación de proteínas mediante los procesos de transcripción y traducción y su autoduplicación que permite la transmisión de la información a las células hijas durante la división celular.
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